untitled

Vida inteligente fuera de la tierra: ¿Habrá alguna vez contacto?

¿Estamos solos en el universo? Es una pregunta trillada, pero sin duda se trata de uno de los más grandes misterios que el ser humano desea resolver. Este tema no es una foto borrosa un fantasma ni un video borroso del yeti, se trata de un verdadero tópico de interés científico, de hecho, las potencias mundiales mantienen programas de estudio e investigación acerca de temas como astrobiología (estudio de un hipotético desarrollo de vida en el universo más allá de la tierra), rastreo de señales, entre otros tipos de abordaje que buscan hallar respuesta a la pregunta previamente mencionada.

¿Qué opinan los eruditos?

No son pocos los eruditos que se han tomado el tema muy en serio, a mediados del siglo XX, el reconocido científico y ganador del nobel de física, Enrico Fermi, abordó la cuestión de forma matemática, determinando que podrían existir un estimado de 100 mil civilizaciones inteligentes en el universo. Esto dio lugar a lo que se conoce como la paradoja de Fermi, que en esencia pone de manifiesto el problema de, si existen 100 mil civilizaciones tecnológicamente avanzadas ¿Por qué no las hemos detectado? Sin duda alguna un misterio.

Lo anterior dio fuerza a la teoría que la vida en la tierra es un evento demasiado excepcional, sin embargo, con el paso de las décadas se ha descubierto que las condiciones que originaron la vida en la tierra no son tan raras como pensábamos, por lo que la idea de que posibilidad de vida fuera de la tierra y así mismo, de civilizaciones inteligentes en el cosmos, ha tomado fuerza a nivel científico, no dejando de lado claro la cuestión de ¿Dónde están todos?

Enrico Fermi realizó la estimación basándose en civilizaciones inteligentes que usan transmisiones de radio como medio de comunicación, esto da pie a dos hipótesis, la primera es que estamos demasiado alejados como para captar una transmisión de radio emitida por una civilización avanzada y, la segunda, que ha tomado mucho más fuerza en los últimos años, es que una civilización inteligente, especialmente si es más avanzada que la nuestra, no necesariamente usaría el espectro de radio para emitir mensajes al espacio, por lo cual podemos solo ser tecnológicamente inferiores.

El recién fallecido astrofísico Stephen Hawking, opinaba que tratar de hacer contacto con una civilización inteligente en el cosmos podría traer consecuencias, como el que una hipotética civilización invadiera la tierra para robar sus recursos.

Hawking tomaba el precedente empírico humano, cuya historia de conquista y exterminio de pueblos nativos más débiles en épocas de conquista es indiscutible. Otros estudiosos, sin embargo, afirman que, si bien los comienzos de la civilización humana se caracterizaron por actos crueles en pro de conquistar territorios, conforme hemos avanzado tecnológicamente y socialmente, el ser humano parece decantarse por evitar el conflicto, incluso la protección de minorías, protección de especies animales y en general, hay menos guerras hoy en día que hace un par de siglos.

Lo anterior lleva a pensar a que, una civilización lo suficientemente avanzada para viajar a la tierra, por consecuencia, ha realizado gigantescos avances en cuanto a la obtención y aprovechamiento de diferentes fuentes de energía, que, a su vez, deben de haber promovido conseguir hitos como eliminar hambrunas, guerras, sustentabilidad ambiental y en general, ser una civilización que no necesita conquistar.

¿Estamos preparados para un contacto?

Es indudable que un contacto con una civilización alienígena será mucho más que un evento histórico memorable, los efectos de un evento de esta magnitud derrumbarían los sistemas de creencias de millones de personas, la problemática social respecto a esto puede no ser la mejor y con ello, de haber una civilización inteligente que nos haya encontrado y estudiado, probablemente preferiría no hacer contacto con nosotros en este punto de desarrollo de nuestra civilización, pues esta interacción podría tener efectos dañinos en nuestra sociedad.

Pensamientos como el anterior llevaron a elaborar la hipótesis del zoológico, que básicamente establece la posibilidad de que una o más civilizaciones inteligentes estén a nuestro alrededor, pero no seríamos capaces de contactarlos o detectarlos y, aunque estas civilizaciones sí podrían hacerlo, se limitan a mirarnos y evitan interactuar con nosotros para no influir en el desarrollo de nuestra especie y civilización. Visto de esta forma, nuestro planeta sería como una zona considerada como patrimonio ambiental, en la cual se prohíbe todo tipo de casa, tala de árboles y cualquier actividad humana que altere el medio ambiente de la zona en cuestión.

Disclaimer

This page contains user generated content.

My Gothic Past Login | Register

© 2025 Trinity College Dublin